Mientras miles de ciudadanos enfrentan problemas de agua, transporte caro y servicios públicos deficientes, la pareja decidió exhibir en redes sociales el ostentoso clóset de los lujos de Mariel, de apenas 2 años.
El video, que en principio parecía ser una muestra casual de la vida privada de la familia, rápidamente se convirtió en un símbolo del desconecte absoluto entre la clase gobernante y la realidad de la mayoría de los regiomontanos. Los comentarios de burla, indignación y crítica no tardaron en inundar redes sociales y espacios de opinión pública.
En un estado donde la población debe enfrentar aumentos constantes en las tarifas del transporte público y lidiar con cortes recurrentes de agua, ver al mandatario y su esposa presumir sin pudor un guardarropa de lujo infantil resultó, para muchos, un golpe directo a la dignidad ciudadana.
Una exhibición los lujos de Mariel
Durante el video, Samuel García aparece sosteniendo a Mariel mientras recorre el clóset y comenta en tono jocoso: “Oye, tienes más zapatos que mamá, y a mí no me compran ni unos tenis”. Mariana, por su parte, muestra las prendas con orgullo y hace referencias a la organización del espacio, detallando cómo cada par de zapatos está cuidadosamente acomodado.
Aunque la pareja justificó posteriormente que muchos de estos artículos fueron “regalos de marcas” que colaboran con Mariana como influencer, la explicación no logró calmar la molestia social. Para gran parte de la población, el video refleja una frivolidad inadmisible, especialmente en un contexto donde gran parte de los habitantes no pueden costear necesidades básicas como el agua potable o un transporte digno.
Los ciudadanos señalan que la publicación demuestra una falta de sensibilidad por parte de sus gobernantes, quienes parecen vivir en una burbuja alejada de las necesidades urgentes de la gente que dicen representar.
Critican a Samuel García y Mariana Rodríguez por mostrar el clóset de su hija
— El Mitotero (@elmitoteromx) July 4, 2025
Usuarios de redes sociales han reaccionado con críticas a un video compartido por el gobernador de Nuevo León, Samuel García, en el que muestra el clóset de su hija Mariel, de apenas 2 años, destacando… pic.twitter.com/jzJSpnqCxB
Un estado con crisis y desigualdad
Las críticas no se centran únicamente en el clóset de Mariel. El video funcionó como detonante para que la sociedad recordara otros problemas que permanecen sin solución en el estado.
Por ejemplo, Nuevo León ha enfrentado una de las peores crisis hídricas en su historia reciente, con cortes prolongados y baja presión que afectan a miles de familias, en especial en los sectores más vulnerables.
Asimismo, los usuarios del transporte público denuncian frecuentemente aumentos en tarifas, unidades en mal estado y servicios deficientes que complican la movilidad diaria. Mientras tanto, la inseguridad sigue siendo uno de los problemas más graves de la entidad, con reportes constantes de asaltos, robos y violencia en zonas urbanas y rurales.
Frente a este escenario, la imagen de una niña de 2 años con más de 120 zapatos costosos se convierte en un insulto para quienes deben hacer malabares para cubrir el gasto de un solo par al año.
El costo político de la ostentación
Expertos en comunicación política señalan que este tipo de publicaciones pueden tener un alto costo en términos de percepción pública. En un estado como Nuevo León, donde la población se caracteriza por ser exigente y crítica, el error de mostrar lujos personales puede traducirse en una pérdida de apoyo y confianza.
El matrimonio García-Rodríguez ha basado gran parte de su estrategia política en la exposición constante de su vida personal. Han buscado construir una imagen cercana, joven y moderna, utilizando redes sociales como principal canal de comunicación. Sin embargo, la línea entre cercanía y frivolidad es delgada.
En este caso, la percepción de cercanía se convirtió en una demostración de desconexión y exceso. Ciudadanos se preguntan si el gobierno está verdaderamente enfocado en atender los problemas prioritarios o si su atención está en alimentar su propia marca personal.
Algunos usuarios en redes ironizaron preguntando “¿cuántos zapatos más comprará Mariel con el dinero de nuestros impuestos?”, mientras otros recordaron que las prioridades de un gobernante deberían ser mejorar los servicios y garantizar seguridad, no presumir lujos innecesarios.
Justificaciones que no convencen
Tras el aluvión de críticas, Mariana Rodríguez salió a declarar que muchos de los zapatos y prendas de Mariel son obsequios de marcas con las que colabora como influencer. Según Mariana, no se trata de compras personales, sino de “regalos que nos gusta conservar”.
Sin embargo, la explicación no convenció a la mayoría. Para muchos ciudadanos, el punto no es si fueron comprados o regalados, sino el acto de presumir abiertamente una vida de lujos en un contexto donde miles de familias apenas logran cubrir lo básico.
En lugar de mejorar la imagen de la pareja, estas aclaraciones alimentaron aún más la percepción de insensibilidad y reforzaron el debate sobre la superficialidad con la que se manejan temas importantes en la esfera pública de Nuevo León.
La sociedad espera de sus líderes empatía, responsabilidad y sentido común. Mostrar un clóset infantil valuado en cifras inalcanzables para la mayoría atenta directamente contra esos principios.
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