La selección de México de futbol vivió un partido lleno de emociones, polémica y frustración durante su encuentro contra Costa Rica en la fase de grupos de la Copa Oro. Aunque el marcador terminó en empate sin goles, el desarrollo del juego dejó múltiples episodios que serán recordados, sobre todo por un gol anulado en los últimos instantes que pudo haber cambiado el destino del partido.
Un cierre dramático
Desde el arranque del partido, México mostró mayor iniciativa ofensiva frente a una Costa Rica ordenada defensivamente y dirigida por Miguel Herrera, técnico que anteriormente ocupó el banquillo del combinado azteca. El encuentro, celebrado en el Allegiant Stadium, hogar de los Raiders de la NFL, ofrecía el escenario perfecto para un duelo vibrante, con las gradas llenas de aficionados mexicanos que mantenían la esperanza de ver a su equipo cerrar la fase de grupos con una victoria.
El Tricolor dominó gran parte del partido, generando aproximaciones de peligro, pero sin lograr concretar ante el arco rival. Conforme avanzaban los minutos, la desesperación comenzó a notarse en el rostro de los jugadores, especialmente en figuras clave como Santiago Giménez, conocido como el “Bebote”, quien constantemente buscaba abrir el marcador.
Ya en el tiempo agregado, cuando parecía que el partido terminaría sin goles, Santiago Giménez protagonizó una jugada memorable. Aprovechó un balón suelto en el área tras un tiro libre y, con un espectacular remate acrobático, envió el esférico al fondo de la red. La afición estalló en júbilo y sus compañeros celebraban lo que parecía ser el gol de la victoria. Entre los festejantes se encontraba Raúl Jiménez, quien desde la banca aplaudía el talento de su joven compañero.
Sin embargo, la alegría duró poco. El árbitro guatemalteco Mario Escobar, atento a las indicaciones del sistema de asistencia arbitral, detuvo las celebraciones mientras escuchaba las instrucciones desde la cabina del VAR.
La intervención del var
Después de unos segundos de revisión, el árbitro determinó que la jugada debía ser anulada. El motivo: un fuera de lugar detectado al momento de ejecutarse el tiro libre que originó la jugada. Aunque el balón había sido desviado por un defensa costarricense antes de llegar a Giménez, la decisión del cuerpo arbitral fue mantener la sanción por posición adelantada desde el origen de la jugada.
Esta interpretación del reglamento generó confusión y molestia tanto en el cuerpo técnico como en los jugadores mexicanos, quienes argumentaban que el toque del defensa debería haber habilitado la jugada. Las imágenes repitieron una y otra vez el momento, mientras los analistas deportivos debatían sobre la rigurosidad de la decisión.
No es la primera vez que la tecnología VAR genera controversia en el futbol internacional. Aunque su objetivo es reducir los errores humanos, sigue generando interpretaciones divididas en jugadas de alto nivel de complejidad, como la vivida por México esa noche en el Allegiant Stadium.
México avanza como líder
A pesar de la frustración por el gol anulado, el empate sin goles le permitió al Tri avanzar como líder del Grupo A en esta edición de la Copa Oro. Este resultado fue crucial, ya que evita enfrentar a Estados Unidos en la siguiente ronda, asignándole en su lugar un duelo de cuartos de final contra Arabia Saudita.
El equipo dirigido por el cuerpo técnico de México ha mostrado un desempeño irregular a lo largo del torneo, alternando momentos de buen futbol con episodios de falta de contundencia. Este partido frente a Costa Rica refleja precisamente ese vaivén de sensaciones: dominio territorial y de balón, pero escasa efectividad frente al arco rival.
Por su parte, Costa Rica, bajo el mando de Miguel Herrera, logró ejecutar su plan defensivo, resistiendo los ataques mexicanos y apostando por el orden y el contragolpe. Aunque no lograron generar mucho peligro en el área mexicana, cumplieron con su objetivo principal: frenar el poderío ofensivo de los aztecas.
Con este resultado, México mantiene la expectativa de mejorar su rendimiento en los siguientes partidos del torneo. La responsabilidad ahora recae en ajustar los errores ofensivos y aprovechar las oportunidades de cara al arco si desea avanzar a las etapas decisivas de la competencia.
Se reavivan las dudas
El partido frente a Costa Rica ha vuelto a encender los debates habituales que rodean al desempeño de la Selección Mexicana en los últimos años. La falta de contundencia en el ataque, la dependencia de figuras jóvenes como Santiago Giménez, y la presión constante de la afición y la prensa, son factores que acompañan al equipo en cada torneo importante.
A pesar de contar con un plantel talentoso y con experiencia internacional, el equipo no ha logrado establecer un estilo de juego sólido y efectivo, lo que genera incertidumbre sobre su verdadero potencial rumbo a instancias más avanzadas. El próximo duelo frente a Arabia Saudita será clave para medir la capacidad de reacción y adaptación del conjunto mexicano.
Por otro lado, el tema del VAR sigue siendo un punto de discusión en la opinión pública. Mientras algunos defienden su implementación por aportar justicia al juego, otros critican la falta de criterio uniforme en jugadas complejas, como ocurrió con el gol anulado a Giménez. Estas decisiones, cuando son en instancias tan cerradas, tienden a dejar una sensación de injusticia difícil de disipar entre aficionados y jugadores.
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