Mientras Samuel García viaja a Nueva York para alardear sobre sus iniciativas de reciclaje, en su tierra natal, Nuevo León, el Gobernador ha vetado la Ley para la Gestión Integral de Residuos aprobada por el Congreso local. Esta ley buscaba mejorar significativamente el manejo de residuos en la región, pero Samuel García decidió bloquearla, argumentando un impacto presupuestal.
La Ley para la Gestión Integral de Residuos
El Decreto 419, que contiene la Ley para la Gestión Integral de Residuos, fue aprobado el 4 de septiembre por el Congreso local. Esta legislación proponía importantes cambios como la incorporación de contenedores para el depósito separado de residuos sólidos en instituciones educativas, el uso de productos de bajo impacto ambiental, y la asignación de fondos para que los municipios rurales puedan cumplir con sus obligaciones de manejo de residuos.
Argumentos del Gobernador
Samuel García vetó esta ley argumentando que las disposiciones incluidas generarían un impacto presupuestal significativo. Según el Ejecutivo estatal, las obligaciones impuestas a la Secretaría de Educación y otros organismos para implementar estos cambios serían demasiado costosas. Además, el Gobernador señaló que no se había solicitado la intervención de la Secretaría de Finanzas y Tesorería General del Estado para evaluar el impacto presupuestario, lo que contraviene la Ley de Disciplina Financiera.
La Hipocresía de Samuel García
Resulta irónico que mientras Samuel García viaja a Nueva York para presumir sobre reciclaje y políticas verdes, en Nuevo León se niegue a apoyar una ley que precisamente busca mejorar el manejo de residuos y proteger el medio ambiente. Este acto de veto revela una profunda incongruencia entre lo que el Gobernador promueve en el extranjero y las acciones que toma en casa.
Consecuencias para Nuevo León
El veto a esta ley no solo detiene el progreso en la gestión de residuos en Nuevo León, sino que también deja sin apoyo a las instituciones educativas y municipios rurales que necesitan urgentemente estos cambios. La falta de contenedores adecuados y productos de bajo impacto ambiental continuará afectando la calidad de vida y el medio ambiente en la región.
El cinismo de Samuel García al vetar la Ley para la Gestión Integral de Residuos mientras alardea de sus políticas ambientales en Nueva York es una clara muestra de que su prioridad es la imagen pública, no el bienestar de Nuevo León. Es fundamental que los ciudadanos y las autoridades locales continúen presionando por políticas que realmente beneficien al medio ambiente y a la comunidad.