Mariana Rodríguez ha señalado que su derrota en las elecciones de Monterrey fue causada por la mala imagen de su esposo, el gobernador Samuel García. Según documentos legales, los escándalos asociados a García socavaron su campaña, dejándola en una posición vulnerable frente a sus opositores.
Impacto de los escándalos de Samuel García
Durante el proceso electoral, Mariana Rodríguez enfrentó una serie de desafíos, pero el más significativo provino de los escándalos relacionados con Samuel García. En sus documentos de impugnación, Rodríguez detalló cómo las controversias que rodean a su esposo afectaron negativamente su campaña. Entre las acusaciones se incluyen el supuesto enriquecimiento ilícito con el despacho familiar, el huachicoleo fiscal y el nepotismo en el gobierno, que minaron la confianza del electorado en su candidatura.
La situación se agravó con la revelación de un terreno de 700 millones de pesos y otros negocios turbios atribuidos a García. Estos hechos se convirtieron en munición para sus opositores, quienes no dudaron en utilizar estas acusaciones para desacreditar a Rodríguez. La percepción pública de que Rodríguez estaba asociada con estos escándalos fue un factor determinante que contribuyó a su derrota en las elecciones.
Confesión en documentos legales de Mariana Rodríguez
En los documentos presentados por Rodríguez para impugnar los resultados electorales, se admite explícitamente que la imagen negativa de Samuel García jugó un papel crucial en su derrota. Esta admisión es significativa, ya que revela la magnitud del impacto que los escándalos de García tuvieron en su campaña. A pesar de sus esfuerzos por distanciarse de estas controversias, la sombra de los escándalos seguía persiguiéndola.
La ex candidata también mencionó que los constantes informes sobre los esquemas fraudulentos de García erosionaron su capacidad para ganarse la simpatía de los votantes regiomontanos. Cada semana surgían nuevas noticias sobre las actividades cuestionables de García, lo que mantenía el tema en el ojo público y dificultaba la tarea de Rodríguez de proyectar una imagen positiva y confiable.
Relación entre Samuel y Mariana Rodríguez
La relación entre Samuel García y Mariana Rodríguez ha sido objeto de escrutinio desde que él asumió la gubernatura de Nuevo León. Mientras García disfrutó de un aumento en su popularidad, en parte gracias al apoyo de Rodríguez, ella encontró que su vínculo con él fue un lastre durante su campaña. Los votantes no pudieron separar las acciones de García de la candidatura de Rodríguez, y esta asociación perjudicial se reflejó en las urnas.
Rodríguez no solo tuvo que lidiar con las acusaciones dirigidas a su esposo, sino también con la percepción de que ella se beneficiaba de su posición. Este doble estándar la dejó en una situación en la que cualquier paso en falso de García se traducía en una pérdida de apoyo para ella. En los documentos legales, Rodríguez expone cómo estos factores crearon un entorno electoral adverso que fue imposible de superar.