La reciente revelación de que el gobierno estatal ha destinado 10.3 millones de pesos para indemnizar a las familias afectadas por la tragedia en un mitin de Movimiento Ciudadano (MC) en San Pedro ha generado una ola de interrogantes y críticas. Aunque es un alivio saber que las familias de los fallecidos y heridos han recibido algún tipo de compensación, el hecho de que estos fondos provengan del erario público en lugar del partido organizador plantea serias dudas sobre la responsabilidad y el uso de los recursos estatales.
El Evento en San Pedro y sus Consecuencias
El mitin de Movimiento Ciudadano, celebrado en San Pedro, terminó en desastre con un saldo trágico de diez muertos y doscientos heridos. Lo que debía ser una demostración de fuerza política y apoyo popular se convirtió en un evento caótico y mal gestionado que resultó en una catástrofe humana. Las investigaciones iniciales apuntaron a fallos en la logística y la seguridad del evento, organizados por el partido.
Ante esta situación, la respuesta inmediata del gobierno fue destinar fondos para apoyar a las víctimas. Sin embargo, esta decisión ha sido recibida con escepticismo y descontento, ya que muchos se preguntan por qué el partido político responsable del evento no asumió la responsabilidad financiera completa. La intervención del gobierno estatal ha sido vista por algunos como un intento de cubrir las deficiencias y errores de Movimiento Ciudadano, lo que ha llevado a una discusión más amplia sobre la transparencia y el uso de recursos públicos no solo en San Pedro, sino en todo Nuevo León.
Falta de Transparencia en los Gastos
La asignación de 10.3 millones de pesos para indemnizaciones y gastos relacionados con la tragedia ha sido objeto de escrutinio debido a la falta de detalles sobre cómo se están utilizando estos fondos. No se han proporcionado cifras exactas sobre las cantidades asignadas a cada familia afectada ni sobre los costos de los servicios funerarios. Además, la Secretaría de Salud no ha ofrecido información clara sobre la atención hospitalaria privada que han recibido los heridos ni sobre su estado actual.
Esta falta de transparencia ha generado sospechas sobre la gestión de los fondos y ha llevado a muchos a preguntarse si hay algo que se esté ocultando. La ausencia de detalles concretos y la falta de rendición de cuentas adecuada han alimentado la percepción de que podría haber irregularidades en la forma en que se están manejando estos recursos. En un contexto donde la confianza en las instituciones es crucial, la opacidad solo sirve para socavar aún más la credibilidad del gobierno.