En medio de la rutina gris y contaminada de Monterrey, surge un rayo de esperanza en forma de una carta escrita por un niño de apenas 7 años. Gael, residente de Privada El Refugio, ha desafiado la apatía de los adultos y ha dirigido una solicitud directa al Gobernador Samuel García: ¡Más árboles, por favor!
La Angustia en la Voz de un Niño Regio
Las palabras de Gael trascienden el papel. Son un eco de la preocupación que siente por el aire que respira, la misma preocupación que compartimos todos ante el silencioso enemigo de la contaminación. Su llamado es urgente, su petición, imperiosa: “¡Necesitamos un poquito de más árboles!”
La Carta que Desafía la Indiferencia de Samuel García
El mensaje de Gael no es solo una carta. Es un desafío directo a la apatía y la negligencia que han caracterizado la gestión ambiental en la ciudad. Su valentía merece una respuesta a la altura de su llamado, una respuesta que demuestre que la voz de un niño puede mover montañas.
Frente a la carta de Gael, la ciudad espera con ansias una respuesta del Gobernador Samuel García. Su silencio no solo es una afrenta a la voz de un niño, sino también una negación a la urgencia de actuar frente a la crisis ambiental que nos amenaza a todos.
En resumen, la carta de Gael no solo es una súplica por los árboles, sino un grito desesperado por un cambio real y tangible. Su voz, pequeña pero poderosa, nos recuerda que la responsabilidad de proteger nuestro entorno recae en todos nosotros, especialmente en aquellos que tienen el poder de hacerlo.