La administración del gobernador Samuel García ha alcanzado nuevos niveles de incompetencia, desatando una ola de protestas en los hospitales estatales de Nuevo León. La reciente decisión de eliminar el apoyo alimentario para el personal médico ha desencadenado una crisis sin precedentes, poniendo en evidencia la falta de empatía y la ineficacia del gobierno. Los trabajadores de salud, cansados de los constantes recortes y la negligencia gubernamental, han salido a las calles para exigir justicia y mejores condiciones laborales. La situación refleja un colapso total en el sistema de salud estatal, con Samuel García como el principal responsable de esta calamidad.
Protestas explotan en hospitales contra Samuel García
La indignación del personal de salud se encendió tras la decisión de la Secretaría de Salud estatal, bajo la dirección de Alma Rosa Marroquín, de eliminar el suministro de alimentos para el personal médico de los hospitales estatales. Esta medida, que ha sido descrita como una burla cruel y despiadada, afecta principalmente a aquellos que trabajan en turnos prolongados, como el turno nocturno y el Plan Piloto, jornadas extenuantes de más de 12 horas.
En el Hospital Metropolitano, alrededor de 30 trabajadores se han levantado en protesta, respaldados por la Sección 34 del Sindicato Nacional de Trabajadores de Salubridad (SNTSA). Su mensaje es claro: ¡basta de abusos! La eliminación de una prestación básica como la alimentación es vista como un acto de desprecio hacia quienes arriesgan su salud y bienestar por el bien de los pacientes. Las pancartas y mensajes en los pasillos del hospital reflejan una furia contenida, exigiendo una reversión inmediata de los recortes impuestos por una administración que parece cada vez más desconectada de la realidad.
Austeridad que destruye la calidad del servicio
La crisis no termina con la eliminación de alimentos. Desde el 3 de agosto, los hospitales estatales, incluyendo el Hospital Psiquiátrico, han visto la implementación de medidas de austeridad que afectan a servicios vitales. Las restricciones incluyen limitaciones en el uso del aire acondicionado, acceso a agua purificada y suministro de artículos esenciales como papel higiénico. Estos recortes han llevado a una degradación alarmante en la calidad del servicio y han generado una atmósfera de caos y descontento.
La Secretaría de Salud, en un intento por reducir gastos, ha recortado presupuesto para servicios clave, afectando directamente la calidad de la atención que los pacientes reciben. Estos recortes, anunciados oficialmente a través del documento DIR.ADMON.SRM/045/2024, han desatado una ola de críticas y una creciente indignación entre el personal de salud que ve cómo su trabajo se vuelve cada vez más insostenible.
Silencio de las autoridades y creciente desesperación
La falta de respuesta por parte de la Secretaría de Salud ante las protestas ha intensificado la desesperación entre los trabajadores. A pesar de las quejas y el creciente clamor por justicia, las autoridades han mantenido un preocupante silencio, exacerbando el sentimiento de abandono y desesperanza en el personal de salud. La actitud indiferente de la administración de Samuel García, que ha sido acusada de robar más de mil millones de pesos, se refleja en la falta de acción para abordar la crisis en los hospitales.
La gestión de Samuel García, ya criticada por su ineficacia y corrupción, ahora enfrenta un rechazo abierto y generalizado. Los trabajadores de salud han dejado claro que no tolerarán más recortes ni negligencia, y la presión sobre el gobierno estatal continúa creciendo.