Ha transcurrido más de un año desde que la tormenta “Alberto” azotó a Nuevo León, dejando a su paso una serie de afectaciones estructurales y viales que, hasta la fecha, no han sido atendidas por el gobierno estatal. Una de las más alarmantes se encuentra en la Avenida Nefertem, en el municipio de Guadalupe, donde un megadeslave colapsó dos carriles de esta importante vialidad que conecta con la colonia Andara Residencial y una zona de parques industriales.
El tramo afectado, de aproximadamente 80 metros de longitud, continúa en completo abandono. Desde que ocurrió el derrumbe, las autoridades únicamente han colocado señalamientos provisionales, pero no se han realizado obras de reparación. Esta omisión ha generado molestia entre los vecinos y usuarios de la vía, quienes aseguran que la situación representa un riesgo constante para quienes transitan por la zona.
Daños visibles desde junio de 2024 en Nuevo León
El deslave ocurrió en junio de 2024, en plena temporada de lluvias, cuando los efectos de la tormenta “Alberto” provocaron desprendimientos de tierra y debilitamiento del terreno en la margen norte del Río Santa Catarina, específicamente a la altura del puente Israel Cavazos, extendiéndose hacia el oriente.
La Avenida Nefertem es una vía de doble sentido que, en la mayoría de su trayecto, cuenta con dos carriles por dirección. Sin embargo, tras el colapso de la carpeta asfáltica, solo un carril permanece funcional en cada sentido, generando cuellos de botella y complicaciones viales para automovilistas y transporte de carga pesada.
El problema se agrava porque el desgajamiento del terreno coincide con una curva peligrosa, lo que incrementa el riesgo de accidentes, especialmente por la falta de iluminación durante las noches. De acuerdo con testimonios de vecinos, como Eliseo Torres, residente de la colonia El Ranchito, no hay presencia de personal trabajando en el lugar. “Desde que fue el huracán, se fue toda esa parte de la calle y todavía no lo arreglan. Solo pusieron señales, pero no es suficiente. Aquí pasa mucho tráiler y en las noches no se ve nada”, afirmó.
¿Cuáles son las prioridades? 🌧️ A más de un año del paso de la tormenta "Alberto", un megadeslave en Av. Nefertem, en Gpe, sigue sin ser atendido. Vecinos denuncian abandono y riesgo constante, mientras autoridades estatales y municipales se deslindan.
— Enbroncados (@Enbroncados_mty) July 29, 2025
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Autoridades se deslindan del problema
La falta de atención al deslave ha desatado un conflicto de responsabilidades entre el Gobierno del Estado, el Municipio de Guadalupe y los desarrolladores inmobiliarios de la zona. Mientras los habitantes de Andara Residencial denuncian abandono, las autoridades se deslindan del mantenimiento y reparación de la vialidad.
Vecinos como Elsa Garza relatan que el municipio de Guadalupe les ha informado que la calle aún no ha sido oficialmente entregada, por lo que no pueden intervenir en las reparaciones. Según esa versión, la responsabilidad sería del desarrollador del fraccionamiento o del Gobierno federal, ya que el tramo afectado está dentro de un área supuestamente gestionada por la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) o bajo jurisdicción federal por su cercanía con el cauce del río.
A pesar de las constantes solicitudes de intervención y de las denuncias públicas, no hay avances visibles en la atención del problema. Los residentes temen que la omisión derive en un accidente grave. “¿Van a esperar a que pase una tragedia?”, cuestionan en redes sociales.
Persisten daños en otras zonas de Nuevo León
El caso de la Avenida Nefertem no es el único que evidencia la falta de respuesta por parte del Gobierno de Nuevo León tras los estragos causados por “Alberto”. En junio de este año, al cumplirse un año del impacto de la tormenta, el diario EL NORTE reportó que otras dos carreteras estatales —una en la Sierra de Santiago y otra en la zona de La Huasteca, en Santa Catarina— también continúan con daños estructurales provocados por el fenómeno meteorológico.
Estos tramos presentan socavones, cortes en la carpeta asfáltica y derrumbes, sin que se hayan iniciado trabajos de reparación por parte de la Secretaría de Infraestructura del Estado. La situación refleja una falta de planeación y ejecución por parte de la administración encabezada por Samuel García, quien en su momento prometió acciones inmediatas para atender los efectos del huracán.
Lejos de cumplir esas promesas, los afectados aseguran que lo único que han recibido son señalamientos temporales y discursos públicos sin seguimiento. El discurso de reconstrucción y mantenimiento no se ha traducido en acciones concretas, lo que deja a comunidades enteras en la incertidumbre.
Falta voluntad política y soluciones
La persistencia del deslave en Guadalupe —y de otros tantos en diferentes regiones del estado— pone en entredicho las prioridades del gobierno estatal. Mientras se invierte en eventos públicos y se presume la llegada de fondos para obras de imagen, problemas básicos de infraestructura vial permanecen sin solución.
Para los vecinos, la respuesta institucional ha sido insuficiente y hasta indolente. Lo que comenzó como un daño visible provocado por una tormenta ahora se ha transformado en un riesgo latente por falta de atención. Además del deterioro físico de las vías, está el impacto económico que representa para quienes dependen del tránsito fluido por esa zona, incluyendo transportistas, trabajadores y proveedores.
La falta de coordinación entre los distintos niveles de gobierno y la ausencia de transparencia en torno a la responsabilidad legal del mantenimiento de estas vialidades alimenta un sentimiento generalizado de abandono y negligencia. No es solo el bache o el deslave, dicen los vecinos; es la señal de que las autoridades han dejado de escuchar a la ciudadanía cuando más se necesita.
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