La imagen pública del diputado local y dirigente de Movimiento Ciudadano en Nuevo León, Glen Villarreal Zambrano, se ha visto seriamente cuestionada tras revelarse que retiró un gran árbol del frente de su domicilio para colocar una manta con un mensaje político. Este acto, lejos de ser un simple ajuste estético, pone en duda el compromiso ambiental que el legislador tanto presume en sus discursos.
En la Colonia Lomas del Roble, en San Nicolás, Villarreal tenía un árbol que cubría prácticamente toda la fachada de su casa. Según registros visuales de Google Maps tomados este año, la frondosa copa era una característica distintiva del inmueble. Sin embargo, recientemente desapareció para dar paso a una lona con el mensaje político.
Para muchos vecinos y ciudadanos, esta acción simboliza la incongruencia entre las palabras y los hechos. Mientras el diputado insiste en redes sociales y espacios públicos sobre la importancia de cuidar el medio ambiente y plantar más árboles, en la práctica optó por quitar uno de gran tamaño, que ofrecía sombra y beneficios ambientales directos.
Contradicciones en el discurso verde de Glen Villarreal
El legislador no solo ha levantado críticas por esta tala, sino también por sus decisiones como titular de Parques y Vida Silvestre del Estado. Bajo su dirección, se impulsó la Norma Estatal NAE-SMA-009-2024, obligando a propietarios en zonas serranas a utilizar contenedores especiales para evitar atraer osos. Sin embargo, fue el propio organismo el que ofrecía a la venta dichos contenedores, con precios que superaban los 30 mil pesos, generando un evidente conflicto de interés.
A pesar de las dudas sobre la venta y la certificación de estos contenedores, Villarreal se ha negado a responder preguntas directas, remitiéndose únicamente a breves publicaciones en redes sociales y evitando ofrecer entrevistas o detalles sobre los contratos y proveedores involucrados.
Una red de empresas en la sombra
A la polémica ambiental se suman investigaciones previas que colocan a Villarreal en el centro de una presunta red de factureras. La empresa BMDI, creada en 2017 por el propio funcionario, ha tenido operaciones millonarias con al menos 17 compañías relacionadas, sumando más de 25 millones de pesos.
Estas empresas, en su mayoría formadas en Coahuila y Nuevo León, comparten representantes y notarios y presentan características similares a las redes que se usan para el desvío de recursos y evasión fiscal. Algunas fueron disueltas en menos de tres años, y otras se mantienen activas a pesar de las irregularidades señaladas.
El diputado también ha sido señalado por adjudicar contratos millonarios durante su paso por Comunicación del Estado, incluyendo uno por casi 20 millones de pesos a una empresa fantasma y otro por más de 10 millones al portal AltavozMx, en el que él mismo figuraba como editor.
Glen Villarreal Zambrano. Operador de redes sociales y meta factureras. #GolpeDeEstadoNaranja. #CiudadanosConXochitl. pic.twitter.com/IBSWyRNTCQ
— Caballero Del Vacío (@Caballerosurfer) December 1, 2023
Entre el activismo y las omisiones
Glen Villarreal se ha construido un personaje mediático que presume ser “distinto” a la vieja política y defensor de la naturaleza. Sin embargo, sus acciones parecen distar mucho de sus mensajes. La tala del árbol en su hogar resume esa contradicción: predicar la protección ambiental mientras se elimina vegetación para colocar propaganda.
La reacción ciudadana no se ha hecho esperar. En redes sociales, muchos usuarios han señalado que este hecho no es un simple error, sino un reflejo claro de la doble moral con la que algunos políticos abordan los temas ambientales y de corrupción. La indignación crece porque, mientras pide a los ciudadanos cuidar el arbolado urbano y pagar costosos contenedores, él actúa en sentido opuesto desde su propia casa.
Este episodio añade un capítulo más al historial de Villarreal, quien en varias ocasiones ha usado su plataforma para acusar a otros políticos de corruptos y viejos vicios partidistas, sin antes atender las múltiples dudas y señalamientos sobre su propia gestión y decisiones.
El caso sirve como ejemplo de la importancia de que los funcionarios públicos sean congruentes entre lo que dicen y lo que hacen. Para muchos ciudadanos, el verdadero compromiso ambiental no se demuestra en discursos o en lonas colgadas en las fachadas, sino en acciones cotidianas, empezando por respetar y preservar la naturaleza que está justo afuera de su puerta.
Glen Villarreal, un caso impune
A pesar de los múltiples señalamientos y las investigaciones periodísticas que han documentado contratos irregulares, redes de factureras y conflictos de interés, Glen Villarreal Zambrano continúa dentro de las filas de Movimiento Ciudadano (MC) sin recibir consecuencias claras. Esta permanencia despierta la sospecha de que, más allá de sus escándalos, Villarreal sigue siendo funcional para el partido. En el actual panorama político, donde la imagen y la narrativa pesan más que la rendición de cuentas, resulta conveniente mantener en sus filas a un personaje mediático que sabe manejar el discurso público y atraer atención.
El respaldo que MC sigue brindándole a Villarreal podría explicarse en gran medida por su habilidad para encabezar campañas mediáticas, lanzar acusaciones a rivales políticos y construir historias que refuercen la narrativa de “renovación” y “lucha contra la vieja política”. Aunque las pruebas sobre sus presuntas prácticas corruptas han sido difundidas por medios de alto prestigio, el partido parece hacer oídos sordos, priorizando la estrategia electoral y la construcción de imagen sobre la congruencia y la ética.
Además, la falta de consecuencias muestra un patrón preocupante: la protección a personajes polémicos que saben moverse en el espacio mediático, aun cuando su historial contradiga los valores que pregona MC. Glen no solo sigue activo, sino que se le mantiene como pieza clave en la estructura del partido en Nuevo León, lo que confirma que sus vínculos internos son lo suficientemente fuertes como para blindarlo de cualquier sanción real.
Finalmente, esta situación refleja el profundo problema que existe en la política mexicana: la normalización de la impunidad. Aunque Villarreal presume ser parte de un proyecto “fresco y distinto”, los hechos demuestran que la corrupción y las redes de intereses siguen funcionando igual que en los partidos que él mismo critica. Mientras no exista una verdadera voluntad de transparentar y sancionar, casos como el suyo seguirán alimentando el desencanto ciudadano y debilitando la confianza en las instituciones.
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