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Nuevo León, en Crisis: Feminicidios Aumentan Alarmantemente6 min read

La primera semana de octubre ha dejado una marca trágica en Nuevo León, con seis feminicidios en un lapso de apenas tres días. Esta cifra ha encendido las alarmas, superando el promedio de feminicidios semanales que la entidad registraba durante el semestre pasado, que era de 1.4 por semana. La situación es crítica, ya que Nuevo León se ha convertido en el estado con el mayor número de feminicidios en México, una realidad que exige acciones urgentes y un replanteamiento de las políticas públicas para combatir la violencia de género. Entre las víctimas de esta ola de violencia se encuentra la influencer Cindy Elisabeth Hernández, conocida como “La Barbie Regia”, cuyo asesinato ha conmocionado a la comunidad.

Aumento de feminicidios en Nuevo León

El alarmante incremento de feminicidios en la primera semana de octubre ha generado preocupación en distintos sectores de la sociedad. En tan solo tres días, seis mujeres fueron privadas de la vida en los municipios de Monterrey, Cadereyta, Pesquería y Juárez. Este drástico aumento ha dejado claro que la situación de seguridad para las mujeres en Nuevo León se encuentra en una crisis profunda.

Durante el periodo comprendido entre enero y julio de este año, Nuevo León ocupó el primer lugar a nivel nacional en feminicidios, con un total de 44 mujeres asesinadas de manera violenta. Esta cifra no solo posiciona al estado como líder en este lamentable fenómeno, sino que también pone de relieve la urgente necesidad de medidas más efectivas para prevenir la violencia de género.

Uno de los casos que más ha impactado en la opinión pública es el de Cindy Elisabeth Hernández, conocida como “La Barbie Regia”, una modelo e influencer cuyos restos fueron encontrados en su departamento en Monterrey, tras ser víctima de un ataque con arma blanca. Este hecho, sumado a los otros cinco feminicidios ocurridos en menos de una semana, evidencia la gravedad de la situación.

Falta de un programa efectivo contra feminicidios

A pesar de que Nuevo León cuenta con la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, el estado aún no ha implementado el Programa Estatal para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (PASE), lo que ha dificultado la evaluación de la efectividad de los esfuerzos actuales para combatir la violencia de género. La ausencia de este programa también ha impedido obtener información precisa sobre cuántas mujeres solicitaron ayuda antes de convertirse en víctimas de feminicidio.

Este vacío en la política pública refleja la falta de un enfoque integral para atender la problemática de los feminicidios en el estado. Sin un plan concreto y bien estructurado, es imposible diseñar estrategias que aborden las causas profundas de la violencia de género y que promuevan la protección efectiva de las mujeres. La carencia de un presupuesto adecuado para implementar acciones concretas es otro de los factores que ha limitado los avances en esta materia.

El titular de seguridad de Monterrey, Eduardo Sánchez, ha señalado que el aumento de feminicidios en la entidad está vinculado a la manera en que las autoridades están clasificando los casos. Según Sánchez, se está tipificando un mayor número de crímenes como feminicidios para garantizar la protección de las mujeres. Esto significa que cualquier situación en la que una mujer esté en riesgo es considerada una tentativa de feminicidio, lo que contribuye a que las estadísticas aumenten.

Casos que han marcado la semana en Nuevo León

Los feminicidios registrados en la primera semana de octubre han conmocionado a la población y han puesto en evidencia la vulnerabilidad a la que están expuestas las mujeres en Nuevo León. Los asesinatos de estas seis mujeres han tenido lugar en distintas zonas del estado, afectando tanto a jóvenes como a mujeres adultas.

El jueves por la tarde, dos mujeres de 30 y 16 años fueron asesinadas en Pesquería a manos de motosicarios. Este brutal ataque ha sido uno de los más impactantes, no solo por la violencia con la que se cometió, sino también por la corta edad de una de las víctimas. Tan solo cinco horas después, otra mujer fue asesinada en Juárez en un ataque perpetrado por delincuentes armados.

El viernes por la madrugada, Viviana Elizabeth Márquez Hernández fue asesinada por su ex pareja en Cadereyta. Este es otro ejemplo de cómo la violencia de género continúa cobrando vidas en el estado. La relación entre feminicidios y violencia doméstica es un tema recurrente en este tipo de crímenes, lo que subraya la necesidad de fortalecer los mecanismos de prevención y protección para mujeres que están en situaciones de riesgo.

Ese mismo día, en la mañana, el cuerpo de otra mujer fue hallado en la zona de Cumbres, en Monterrey, con heridas de arma blanca. Este trágico suceso fue descubierto luego de que la directora de la escuela del hijo de la víctima acudiera a su domicilio en busca de respuestas. Este hecho, que sacudió a la comunidad, es solo una muestra más de la creciente inseguridad que enfrentan las mujeres en Nuevo León.

Finalmente, el caso de Cindy Elisabeth Hernández, “La Barbie Regia”, ha captado la atención de los medios y la opinión pública por su impacto en redes sociales y el círculo en el que se desenvolvía la víctima. Hernández fue encontrada sin vida en su departamento en la colonia Leones, en Monterrey, víctima de un ataque con arma blanca. Su asesinato ha generado gran indignación, y se ha convertido en un símbolo de la violencia que afecta a las mujeres en el estado.

La urgencia de un cambio

La escalada de feminicidios en Nuevo León no puede ser ignorada. A pesar de las leyes existentes, la realidad es que aún no se han implementado las medidas necesarias para garantizar la seguridad de las mujeres en el estado. La falta de un programa estatal contra feminicidios, como el PASE, deja en evidencia la insuficiencia de las políticas públicas actuales y la necesidad de establecer un plan claro con acciones concretas y recursos financieros suficientes.

El hecho de que las autoridades hayan tipificado un mayor número de casos como feminicidios es un avance en términos de justicia, pero no resuelve el problema de fondo. Para poner fin a esta tragedia, se requiere una coordinación efectiva entre los diferentes niveles de gobierno, organizaciones civiles y la sociedad en general. Solo de esta manera se podrá frenar la ola de violencia que ha dejado a tantas mujeres sin vida.