Los gastos en promoción digital del Gobernador Samuel y Mariana Rodríguez han despertado cuestionamientos. En Nuevo León demandan aclarar el origen de los 8.5 millones de pesos invertidos en tres meses para difundir su imagen en redes sociales. El tema reaviva el debate sobre el uso de recursos personales y públicos en la promoción política.
Exigen Transparencia En Los Gastos De Samuel Y Mariana
En Nuevo León pidieron al Gobernador Samuel García y a su esposa Mariana Rodríguez explicar de dónde provienen los 100 mil pesos diarios que, en promedio, destinan a la difusión de su imagen en plataformas digitales.
El llamado se dio luego de que el periódico El Norte publicara un reporte sobre el gasto de 8.5 millones de pesos en solo tres meses, cantidad destinada exclusivamente a la promoción en Facebook e Instagram.
Para los legisladores, la cifra resulta excesiva y plantea dudas sobre la procedencia de los recursos. “Tienen que aclarar el origen de todo ese dinero y verificar que sea lícito”, exigió un grupo de legisladores durante la sesión de este lunes.
Cuestionan Contradicciones Entre El Discurso Oficial Y Los Gastos
Los señalamientos surgen en un contexto donde el propio Gobernador ha asegurado que ni él ni Mariana reciben salario, pues —según su versión— ambos trabajan de tiempo completo por Nuevo León. Sin embargo, el gasto reportado en redes contradice ese discurso.
“Dicen que no cobran sueldo, pero gastan 100 mil pesos diarios solo en publicidad, y eso sin contar otros rubros”, expresó una diputada local. “Hay un desfase entre lo que dicen y lo que hacen”.
Los críticos señalan que este tipo de gastos, además de ser desproporcionados, podrían tener tintes de autopromoción política, en un momento en que la figura de Mariana Rodríguez ha cobrado protagonismo público.

Mariana Rodríguez, Figura Pública Y Controversial
La diputada Berenice Martínez, del partido Morena, coincidió en la necesidad de que se aclaren los montos, aunque pidió distinguir entre ambos casos.
“Mariana es una figura pública desde hace tiempo, pero en el caso del Gobernador sí debe revisarse de dónde salen esos recursos”, afirmó.
Para Martínez, el problema no es únicamente económico, sino también ético, al difuminarse la línea entre la promoción institucional y la personal.
El gasto, enfatizó, resulta aún más preocupante si se considera el contexto social y económico del estado, donde persisten deficiencias en servicios públicos como movilidad, transporte y seguridad.
El Gasto En Redes Y La Imagen Del Gobierno
El reporte de El Norte detalló que la inversión de 8.5 millones de pesos equivale a 100 mil pesos diarios, una cifra que coloca a Samuel García y Mariana Rodríguez entre los políticos con mayor gasto en publicidad digital en México.
La magnitud de la inversión ha sido interpretada por algunos sectores como una estrategia de posicionamiento personal, más que institucional. En redes sociales, los perfiles del Gobernador y de la titular de Amar a Nuevo León acumulan miles de seguidores, con publicaciones constantes sobre eventos, obras, apariciones públicas y temas de imagen.
El contraste con la situación del estado no ha pasado desapercibido. Muchos ciudadanos han señalado que, mientras se destinan millones a promoción digital, persisten los problemas de transporte, inseguridad y contaminación, sin que haya una solución efectiva.
El Gasto De Samuel y Mariana Que Despierta Críticas Ciudadanas
La reacción en redes fue inmediata. Numerosos usuarios expresaron indignación ante el gasto, calificándolo como un derroche injustificado en un contexto de crisis social.
Algunos compararon los 100 mil pesos diarios en publicidad con lo que se podría destinar a servicios básicos o programas sociales. Otros cuestionaron si los recursos provienen realmente de fondos personales o si, en algún punto, se mezclan con el presupuesto público.
“El problema no es que usen redes sociales, sino que lo hagan con un nivel de gasto que no refleja austeridad ni sensibilidad hacia la gente”, comentó un analista local.
Un Debate Que Trasciende Lo Político
Más allá de las cifras, el tema ha reabierto un debate de fondo sobre la ética del ejercicio público y la frontera entre lo institucional y lo personal.
Expertos en comunicación política coinciden en que el uso de plataformas digitales por parte de funcionarios es legítimo, siempre que se garantice la transparencia en el financiamiento y la rendición de cuentas.
Sin embargo, la insistencia del Gobernador y su esposa en proyectar una imagen “moderna” y “cercana” a través de contenidos producidos profesionalmente despierta cuestionamientos sobre las prioridades reales del Gobierno.
Mientras tanto, la exigencia ciudadana es clara: explicar de dónde sale el dinero.
Conclusión sobre Samuel y Mariana
El caso de Samuel García y Mariana Rodríguez evidencia una vez más la tensión entre la política de imagen y la gestión pública. Aunque el matrimonio emecista defiende su derecho a comunicarse con la ciudadanía, el Congreso y gran parte de la sociedad exigen claridad.
En medio de una crisis de confianza hacia las instituciones, la transparencia se vuelve un deber ineludible. Cada peso gastado en promoción debe justificarse con la misma precisión con la que se mide la aprobación pública.
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