La violencia en Nuevo León alcanzó un nuevo nivel de gravedad durante el fin de semana pasado, con 23 personas asesinadas, lo que llevó al estado a liderar las estadísticas nacionales de homicidios. Este repunte en la violencia generó preocupación en la comunidad y críticas hacia el gobierno estatal por su aparente falta de enfoque en la seguridad.
Un fin de semana sangriento en Nuevo León
El estado de Nuevo León experimentó una ola de violencia durante el fin de semana, dejando 23 personas muertas entre viernes y domingo. Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, el sábado fue el día más sangriento, con 9 homicidios, empatando con Michoacán. Guanajuato y Tabasco también registraron cifras preocupantes, con 8 y 7 asesinatos, respectivamente.
El domingo, la situación empeoró para Nuevo León, con 10 homicidios, el día más violento en lo que va del mes de abril. Solo Chihuahua tuvo más muertes violentas ese día, con 11 homicidios. Este aumento repentino en los asesinatos generó alarma entre los habitantes y puso en el centro de atención la gestión del gobierno estatal respecto a la seguridad pública.
Policías asesinados y violencia extendida
La escalada violenta también tuvo entre sus víctimas a dos policías. El viernes, un agente de la Fuerza Civil asignado a la avanzada de escoltas del gobernador Samuel García fue asesinado mientras estaba de vacaciones en su casa en la colonia Los Altos, en Monterrey. El sábado, un policía municipal de Apodaca fue ejecutado en la colonia Portal de Huinalá. Estos incidentes demuestran que la violencia no solo afecta a civiles, sino también a las fuerzas del orden.
La violencia se extendió a otras partes del estado, como el municipio de García, donde las autoridades encontraron a un joven de 25 años ejecutado en una zona despoblada de la colonia Villanova. La víctima presentaba heridas de bala en el rostro, brazos y piernas, un claro indicio de la brutalidad de los ataques recientes.
Críticas por distracción electoral
En medio de esta crisis de violencia, el gobierno estatal enfrenta críticas por su aparente distracción debido al proceso electoral. Carlos de la Fuente, diputado del PAN, señaló que el gobernador Samuel García parece estar más preocupado por las campañas políticas que por enfrentar la creciente ola de violencia en el estado. El legislador mencionó que el viernes, mientras Nuevo León vivía uno de sus fines de semana más violentos, el gobernador participaba en eventos públicos con candidatos del municipio de Juárez.
Esta falta de enfoque en la seguridad pública ha generado preocupación entre los ciudadanos y cuestionamientos sobre las prioridades del gobierno estatal. Los críticos sostienen que, sin un compromiso claro para combatir el crimen, la violencia podría continuar aumentando.
Secuestros en aumento en Nuevo León
Además del aumento en los homicidios, Nuevo León también está viendo un incremento en los secuestros. Isabel Miranda de Wallace, fundadora de la Asociación Civil Alto al Secuestro, reveló que el número de secuestros se duplicó de febrero a marzo de 2024, pasando de 3 a 7 casos. Este preocupante incremento se suma a la crisis de seguridad que enfrenta el estado, y señala una tendencia alarmante que requiere acciones contundentes por parte del gobierno.
Según Miranda de Wallace, el 16% de las personas secuestradas no regresan a casa, lo que subraya la gravedad del problema. La mayoría de las víctimas son hombres, especialmente aquellos involucrados en la economía informal o migrantes. Estas personas a menudo no denuncian los secuestros por miedo o desconfianza en las autoridades, lo que dificulta aún más la lucha contra este delito.
¿Qué está haciendo el gobierno para frenar la violencia?
Una pregunta frecuente sobre la situación de violencia en Nuevo León es qué acciones está tomando el gobierno estatal para detener esta escalada. Las respuestas no son claras, y las críticas hacia el gobierno por su enfoque en las campañas electorales en lugar de la seguridad reflejan la frustración de los ciudadanos.