Durante el reciente fin de semana, el Estado de Nuevo León alcanzó un trágico hito al sobrepasar el número de homicidios dolosos registrados en todo el año 2023, con la cifra que se mantiene en aumento a medida que el 2024 se acerca a su fin.
Con solo dos meses restantes en el calendario, los datos indican que la violencia en la región sigue en ascenso, y la proyección sugiere que en las próximas semanas se superará el total de homicidios del año 2012, que fue marcado como el segundo año más violento en la historia reciente del Estado. Este incremento en los crímenes es alarmante, ya que solo el año 2011 superó a los demás en términos de homicidios, un periodo que se recuerda por la violencia desatada por el crimen organizado.
Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, hasta el lunes se registraron 1,413 homicidios dolosos en Nuevo León, cifra que ya supera los 1,411 del total del año anterior. La situación es preocupante, pues la entidad se encuentra a las puertas de alcanzar también los 1,430 crímenes que ocurrieron en 2022, que hasta la fecha ha sido el año más violento durante la administración del Gobernador Samuel García, quien pertenece a un partido emecista.
Las cifras de homicidios en Nuevo León han sido históricamente altas, y con la tendencia actual, el 2024 podría convertirse en el segundo año más letal de la historia reciente de la región.
Números que no se ven Desde la Narcoguerra
El año 2012, un año recordado por su alta incidencia de asesinatos, terminó con 1,459 homicidios, la mayoría de los cuales estaban vinculados a ejecuciones perpetradas por grupos del crimen organizado. Si las proyecciones se cumplen, noviembre podría traer un aumento significativo en la violencia, superando las cifras de ese año, lo que implicaría que el 2024 quedaría grabado en la memoria colectiva como uno de los años más sangrientos que ha vivido el Estado.
El año más violento en la historia de Nuevo León fue 2011, cuando se contabilizaron 2,003 homicidios. Este período estuvo marcado por una intensa narcoguerra que estalló durante el sexenio del ex Presidente panista Felipe Calderón y continuó bajo la gestión del priista Rodrigo Medina. Las cifras de homicidios reflejan una realidad preocupante que ha persistido en el Estado, donde los problemas de seguridad pública se han convertido en un tema de gran relevancia para la sociedad.
Incremento en homicidios dolosos
A lo largo del 2024, Nuevo León ha destacado por ser uno de los líderes en homicidios a nivel nacional, alcanzando esta posición durante 32 jornadas del año, lo que equivale a aproximadamente el 10% de los días. Este dato resalta la gravedad de la situación de seguridad en la región, que parece estar cada vez más desbordada por la violencia y el crimen. A medida que se acerca el final del año, la presión social y política aumenta, generando un llamado urgente para la atención de las autoridades en la búsqueda de soluciones efectivas.
El pasado jueves, el Consejo Cívico de Nuevo León emitió una alerta sobre el alarmante nivel de violencia en el Estado. La organización destacó que actualmente no existen las condiciones necesarias para revertir esta preocupante tendencia.
A pesar de que Nuevo León ha enfrentado momentos críticos en el pasado, el Consejo Cívico subrayó que “hoy no existe la estrecha coordinación entre la Federación, el Estado y los Municipios que ayudó a contener la delincuencia a inicios de 2010”. Este comentario pone de relieve la falta de colaboración y estrategia integral entre los diferentes niveles de gobierno, lo cual es esencial para abordar de manera efectiva los problemas de seguridad.
El hecho de que, a pesar de las cifras alarmantes de homicidios en el año, se prevé que octubre termine con una ligera reducción en comparación con septiembre —cuando se registraron 153 asesinatos— ofrece un respiro temporal en medio de un panorama sombrío. Sin embargo, esta disminución no es suficiente para mitigar las preocupaciones sobre la seguridad pública en el Estado. Los ciudadanos continúan viviendo con el temor y la incertidumbre provocados por la violencia, y los esfuerzos por recuperar la paz y la seguridad parecen estar lejos de ser una realidad.
Proyecciones de seguridad en Nuevo León
La preocupación por el aumento de homicidios y la inseguridad en Nuevo León es un tema que ha ocupado la agenda pública y política en los últimos años. La administración del Gobernador Samuel García ha enfrentado críticas sobre su capacidad para manejar la situación de violencia en el Estado, y muchos ciudadanos exigen acciones concretas para abordar el problema. La creciente percepción de inseguridad ha llevado a un clima de desconfianza en las instituciones encargadas de garantizar la seguridad pública, lo que complica aún más los esfuerzos por establecer un ambiente de paz y tranquilidad.
El contexto de violencia en el Estado también tiene implicaciones económicas y sociales, afectando la calidad de vida de los habitantes y generando un impacto negativo en la inversión y el desarrollo local. Las familias viven con el temor constante de ser víctimas de la violencia, y muchos ciudadanos sienten que sus derechos a la seguridad y la protección no están siendo respetados.