- Sheinbaum Propone Mediación Ante Escalada Internacional
- México Y Su Tradición De Prudencia Exterior
- La ONU Y El Retiro De Derechos Humanos
El conflicto de Venezuela abrió un nuevo frente diplomático para México. La presidenta Claudia Sheinbaum decidió tomar un papel más activo ante la creciente tensión entre Estados Unidos y el gobierno de Nicolás Maduro. La mandataria ofreció mediación, pidió la intervención de Naciones Unidas y colocó a México como un actor relevante frente a las decisiones de Donald Trump y la postura de EEUU.
Sheinbaum Propone Mediación Ante Escalada Internacional
La presidenta Claudia Sheinbaum dio un paso poco habitual en la diplomacia mexicana. Llamó de forma directa a Naciones Unidas para intervenir en el conflicto de Venezuela y Estados Unidos. Además, abrió la puerta para que México funja como sede de un diálogo entre ambas partes. La propuesta busca evitar una escalada mayor en la región.
Sheinbaum aclaró que la mediación solo avanzaría si alguna de las partes lo solicita. Aun así, el gesto marcó un cambio en el papel tradicional de México.
El movimiento diplomático ocurre tras una nueva escalada del presidente Donald Trump. El mandatario ordenó el bloqueo total de petroleros sancionados que entren o salgan de Venezuela. La medida aumentó la presión sobre el régimen de Nicolás Maduro y elevó el riesgo de un conflicto mayor. Trump incluso ha dejado abierta la posibilidad de una incursión militar. Ante este escenario, Sheinbaum evitó juzgar al gobierno venezolano. Sin embargo, su llamado a la ONU dejó claro que México busca frenar una crisis regional.

México Y Su Tradición De Prudencia Exterior
Históricamente, México ha mantenido una postura de no intervención. El principio de respeto a la soberanía ha sido constante en su política exterior. Durante meses, Sheinbaum mantuvo un discurso moderado frente al conflicto de Venezuela. Priorizó el equilibrio con EEUU y evitó confrontaciones públicas. El ofrecimiento de mediación no rompe con esa tradición, pero sí amplía el margen de acción diplomática del país.
La propuesta no es inédita. En 2021, México fue sede de negociaciones entre el gobierno venezolano y la oposición. En aquel momento, Noruega actuó como mediador principal. El proceso no resolvió el conflicto, pero colocó a México como un espacio de diálogo.
Ese antecedente refuerza la viabilidad del ofrecimiento actual, aunque el contexto político es más tenso.
El conflicto de Venezuela también tiene implicaciones directas para México. Desde septiembre, EEUU ha atacado presuntas narcolanchas en el Caribe. Estos operativos dejaron más de 80 personas muertas. Trump insinuó que las acciones podrían extenderse hacia territorio mexicano. Sheinbaum respondió con un acuerdo bilateral. La Marina mexicana interceptará embarcaciones en aguas cercanas a México para evitar contagios del conflicto.
Reacciones En América Latina
La escalada militar de EEUU sacudió a la región. En noviembre, la CELAC y la Unión Europea celebraron una cumbre en Colombia.
El documento final declaró al Caribe como “zona de paz”. Evitó mencionar directamente a Estados Unidos y sus operativos. México respaldó el texto, aunque solo envió representación diplomática. La postura fue alineada con otros gobiernos que buscan evitar un conflicto armado.
Equilibrios Frente Al Chavismo Y La Oposición
Sheinbaum mantuvo una posición cautelosa frente al chavismo. Defendió la soberanía venezolana y rechazó la criminalización de la oposición.
Sin embargo, recientemente elevó el tono al criticar llamados a la intervención extranjera. Esto ocurrió tras el reconocimiento internacional a líderes opositores. La presidenta insistió en que México no apoya sanciones ni acciones militares, pero tampoco avala abusos internos.

La ONU Y El Retiro De Derechos Humanos
El llamado de Sheinbaum a la ONU coincidió con un hecho relevante. El Alto Comisionado para los Derechos Humanos anunció el retiro total de su personal de Venezuela. La oficina señaló falta de cooperación del gobierno venezolano y problemas para mantener presencia en el país.
Este contexto refuerza la urgencia de una salida diplomática al conflicto de Venezuela.
Con este movimiento, México dejó de ser solo un observador. El conflicto de Venezuela ahora incluye a México como posible mediador. La estrategia de Sheinbaum busca contener la escalada, proteger la región y mantener un delicado equilibrio con EEUU. El éxito dependerá de la respuesta de Washington, Caracas y de la comunidad internacional. Por ahora, México ya se colocó en el tablero diplomático.
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