La adquisición del helicóptero Black Hawk por parte del Gobierno de Nuevo León, lejos de ser una solución efectiva a la creciente ola de violencia en la región, se ha convertido en un tema de debate y controversia. La aeronave, comprada con el objetivo de reforzar la seguridad y combatir el crimen organizado, ha demostrado ser un gasto improductivo que no ha logrado los resultados esperados. Desde su compra, han surgido dudas sobre su operatividad y el uso de los recursos públicos, lo que pone en tela de juicio la gestión de la administración estatal en un contexto de creciente inseguridad.
Gastos y limitaciones del Black Hawk
La Secretaría de Administración, bajo la dirección de Gloria María Morales Martínez, adjudicó recientemente un contrato millonario para la póliza de seguro del helicóptero Black Hawk. El costo total del seguro asciende a 5 millones 879 mil pesos, siendo Seguros El Potosí S.A. la empresa ganadora del proceso de adjudicación celebrado el 30 de agosto. Sin embargo, esta póliza presenta ciertas limitaciones en su cobertura, lo que plantea interrogantes sobre la efectividad del gasto.
El helicóptero Black Hawk, que fue adquirido por un costo de 76 millones de pesos (equivalentes a aproximadamente 4.5 millones de dólares), se utiliza en un 50% de su tiempo para operaciones de persecución de delincuentes y un 20% para la lucha contra el narcotráfico. A pesar de esta significativa inversión, los ciudadanos de Nuevo León no han visto un reflejo positivo en términos de seguridad y tranquilidad, ya que la violencia y los delitos relacionados con el crimen organizado siguen en aumento.
Este helicóptero se suma a la flota de la División Área de Fuerza Civil, que cuenta con ocho aeronaves operativas. Entre ellas se encuentran modelos como el Bell 206L, el Bell UH1H, el Airbus BK117, y el Bell 412. Sin embargo, la suma de estas fuerzas aéreas no ha demostrado ser suficiente para contener la creciente violencia en la entidad.
Aumento de la violencia en Nuevo León
Las cifras proporcionadas por la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León revelan una realidad alarmante: hasta el cierre de septiembre de este año, se han registrado mil 298 muertes vinculadas a la violencia entre grupos del crimen organizado. Esto pone en evidencia que, a pesar de la inversión en la flota aérea y en la adquisición del Black Hawk, los esfuerzos por mitigar la inseguridad han sido ineficaces.
Este año, la entidad ha experimentado 30 días de extrema violencia, llegando a registrar hasta dos dígitos en el número de homicidios dolosos por día, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Las cifras actuales son comparables a los años más difíciles de la lucha contra el narcotráfico, entre 2010 y 2012, lo que sugiere que las estrategias implementadas no han sido efectivas.
Un episodio reciente de violencia ocurrió el 13 de septiembre, cuando balaceras y enfrentamientos entre grupos rivales de la delincuencia sacudieron los municipios de General Terán, Linares, Allende y Montemorelos. A pesar de que el helicóptero Black Hawk ya contaba con un seguro, no se utilizó para prevenir o mitigar estos violentos enfrentamientos.
Black Hawk sin resultados en la lucha contra el crimen
Desde su incorporación a la Fuerza Civil en agosto de 2023, el Black Hawk ha mostrado un desempeño poco satisfactorio. De acuerdo con las cifras de la Fiscalía, desde agosto de 2023 hasta el mismo mes de 2024, se han registrado un total de mil 779 asesinatos en diversas circunstancias en Nuevo León. Estas estadísticas reflejan una tendencia preocupante, ya que se han reportado cifras de tres dígitos en homicidios cada mes.
El mes de diciembre de 2023 se destacó como el más violento en los últimos 12 años, con 112 homicidios dolosos registrados en solo 26 días. La situación se ha agravado desde 2022, que se considera el año más violento de la última década en la entidad, con un total de mil 430 ejecuciones.
Ocultamiento de información y dudas sobre la aeronave
En las reuniones previas a la adjudicación de la póliza de seguro para el Black Hawk, surgieron serias dudas entre las aseguradoras sobre el historial de siniestralidad de la aeronave. Un representante de una aseguradora solicitó detalles sobre cualquier incidente ocurrido en los últimos cinco años. Sin embargo, la Secretaría de Administración no proporcionó la información requerida y, en cambio, instó a los proveedores a adherirse a las indicaciones de la ficha técnica para la compra del seguro.
Este silencio ha suscitado especulaciones sobre la posibilidad de que el Gobierno Estatal esté ocultando información relevante sobre el historial de vuelo del helicóptero Black Hawk, reservando datos por un periodo de cinco años. Tal falta de transparencia genera preocupación entre los ciudadanos, quienes exigen claridad sobre cómo se están utilizando los recursos públicos y cuál es el verdadero estado de la seguridad en el estado.