Monterrey - Enbroncados

Acusan Ocultamiento de Cifras Delictivas en Monterrey6 min read

En una nueva controversia sobre el manejo de la seguridad en Monterrey, el alcalde actualreveló que, durante la administración anterior, encabezada por Luis Donaldo Colosio, se habrían omitido reportes de robos para mantener cifras delictivas controladas y, aparentemente, proyectar una imagen de menor criminalidad. De acuerdo con las declaraciones de De la Garza, la Policía municipal no solo dejó de registrar varios delitos reportados, sino que, en algunos casos, los oficiales disuadían a los afectados de presentar denuncias formales, lo cual, según el actual alcalde, generó una imagen falsa de la situación de seguridad en la ciudad.

En esos años, los robos a Casa Habitación aumentaron.

Las afirmaciones de De la Garza han despertado críticas y una creciente demanda de explicaciones de parte de la administración de Colosio. Aunque se intentó contactar al exalcalde para conocer su versión de los hechos, hasta el momento no ha emitido una declaración. Por otro lado, De la Garza aseguró que su administración ha dado instrucciones de registrar cada incidente reportado, con la intención de presentar una imagen transparente y confiable de la situación de seguridad.

Esta situación ha arrojado dudas sobre la autenticidad de los datos de criminalidad manejados por la administración pasada, en particular sobre las cifras de robo, que aparentemente permanecieron “planas” a pesar de un contexto de creciente inseguridad en otros rubros, como el aumento de robos de automóviles y homicidios. Según el alcalde, el contraste en los datos arrojaba una inconsistencia notable que levantó sospechas dentro del equipo actual de gobierno.

Desalientan a víctimas de denunciar robos

El alcalde actual aseguró que, tras asumir el cargo, descubrió que los robos en Monterrey no se registraban con precisión, pues algunos incidentes no eran documentados por la Policía municipal. Esto no solo afectaba la confiabilidad de los reportes delictivos, sino que podría haber dado una imagen distorsionada de seguridad. Según el edil, uno de los métodos que utilizaban era recomendar a los afectados no denunciar los robos, algo que para él representa una “operación para falsear los índices delictivos”.

Las declaraciones sugieren que, bajo la administración de Colosio, se manipulaba la percepción pública de la seguridad en Monterrey. Esta estrategia, de acuerdo con el alcalde actual, se basaba en evitar que ciertos delitos aparecieran en los registros oficiales, lo que daba la apariencia de que los incidentes de robo se mantenían bajo control, cuando en realidad había un problema creciente en la ciudad.

La situación resultaba evidente, según el alcalde, en los reportes de delitos que entregaba la Policía. De acuerdo con él, mientras que el robo de vehículos y los homicidios mostraban un incremento durante la administración pasada, los registros de otros tipos de robo —a transeúntes, a comercios y a casas habitación— se mantenían prácticamente sin variación. Este fenómeno indicaba un claro desequilibrio en la incidencia delictiva, lo cual hizo que las nuevas autoridades comenzaran a investigar más a fondo las cifras heredadas de la administración anterior.

Anomalías en reportes oficiales delictivos

Otro aspecto clave que reveló el alcalde De la Garza es que, al comparar los reportes internos de la Policía municipal con las cifras de la Fiscalía General de Justicia, se detectaron discrepancias significativas en los números de incidencia delictiva. Las actuales autoridades municipales notaron que los datos oficiales de robos reportados no correspondían con la situación en terreno, lo que reforzó las sospechas sobre una posible manipulación de cifras en la administración anterior. Esta discordancia en las cifras genera dudas sobre los métodos utilizados por la gestión pasada para medir y reportar la criminalidad.

El alcalde explicó que la falta de registro afectaba principalmente a delitos de menor visibilidad mediática, como el robo a negocios o el hurto en domicilios, ya que los robos de vehículos y homicidios eran más difíciles de ocultar. Por ejemplo, en el caso de un automóvil robado, el propietario usualmente denunciaba el hecho para evitar problemas legales en caso de un mal uso del vehículo. Los homicidios, por otra parte, involucraban la presencia de un cadáver y, por ende, la intervención obligada de la Agencia Estatal de Investigaciones y del Ministerio Público. Estos delitos, por lo tanto, mostraban incrementos en las estadísticas, mientras que el robo común se mantenía prácticamente sin cambios, un indicador que hizo saltar las alarmas en el equipo de la administración actual.

Las actuales autoridades han implementado una política de “transparencia total” en el registro de delitos, según De la Garza, quien sostiene que este tipo de medidas permiten a la ciudadanía conocer la verdadera situación de seguridad en la ciudad. Además, el edil señala que su administración está comprometida con la generación de datos verídicos que reflejen el panorama real y no uno maquillado por conveniencia política.

Sin respuesta de la administración anterior

A pesar de las serias acusaciones realizadas por el alcalde actual, hasta el momento la administración pasada, liderada por Luis Donaldo Colosio, no ha respondido públicamente. La falta de comentarios ha dejado a la población con muchas interrogantes sobre el manejo de la seguridad en la anterior gestión. Colosio, quien ahora ejerce como senador, ha sido señalado por el alcalde como el principal responsable de estas inconsistencias en la información sobre criminalidad en Monterrey, aunque no ha emitido un comunicado para aclarar la postura de su administración ante estas acusaciones.

El silencio de Colosio y su equipo ha provocado que algunos ciudadanos cuestionen la veracidad de los reportes de seguridad que se generaban bajo su gestión y la posible manipulación de datos. La actual administración de Monterrey espera que se aclare si realmente hubo intención de ocultar información para aparentar una baja en los índices delictivos. La ciudadanía, mientras tanto, permanece a la expectativa de que se transparenten estos hechos y se aclare si hubo o no una estrategia para desincentivar las denuncias de robos y otros delitos.

En un momento en que la seguridad pública es una de las principales preocupaciones para los habitantes de Monterrey, las acusaciones de manipulación de cifras se vuelven un tema sensible y que requiere mayor claridad. De confirmarse las acusaciones, se trataría de un caso significativo de falta de transparencia en la administración de seguridad, lo que podría tener repercusiones en la percepción pública hacia la gestión de Colosio y sus aliados políticos. Por su parte, De la Garza ha reiterado su compromiso de brindar información verídica y completa a los ciudadanos para fortalecer la confianza en la actual administración municipal y en los esfuerzos de seguridad implementados en Monterrey.