Una vez más, las cifras hablan por sí solas. Nuevo León, uno de los motores económicos de México, se encuentra relegado en cuanto a la calidad de su transporte público, según revela la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG) del 2023, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Este estudio evidencia una situación preocupante: la falta de rutas urbanas suficientes para cubrir las necesidades de movilidad de los habitantes de este Estado.
Según INEGI, Nuevo León Tiene Crisis de Transporte Público
El panorama es desolador. Nuevo León ostenta el penúltimo lugar en la medición del INEGI en lo que respecta a la disponibilidad de rutas adecuadas para los traslados dentro de la ciudad. Este dato se suma a otros indicadores igualmente desfavorables, como el tiempo de espera de los camiones urbanos, donde también se encuentra entre los últimos lugares a nivel nacional.
A pesar de las promesas gubernamentales y los anuncios de mejoras, la realidad es que la crisis del transporte público en Nuevo León persiste y se agrava con el tiempo. Aunque se ha alardeado sobre la adquisición de más de 2 mil nuevos camiones y la supuesta reestructuración del servicio, los resultados de la ENCIG muestran una percepción negativa entre los usuarios. Solo el 43 por ciento de estos considera que existen suficientes rutas urbanas para sus necesidades de desplazamiento, marcando una caída significativa respecto a mediciones anteriores.
43% de Neoloneses No Creen Contar con Rutas Suficientes
El contraste con la media nacional es alarmante. Mientras que el 65 por ciento de los mexicanos percibe que cuentan con rutas adecuadas en sus localidades, en Nuevo León esta cifra se desploma hasta el 43 por ciento. Este déficit en la oferta de rutas se traduce en largos tiempos de espera para los usuarios, situando al Estado en el lugar 29 en este aspecto, únicamente superando a algunas entidades como Sonora, Aguascalientes y Querétaro.
Las justificaciones oficiales no hacen más que alimentar el escepticismo. A pesar de los anuncios sobre la llegada de una flotilla de más de 4 mil 200 unidades, y la promesa de seguir incrementando el número de camiones en circulación, la realidad en las calles de Nuevo León dista mucho de reflejar estas afirmaciones. ¿Dónde están realmente estos camiones? ¿O acaso solo salen a relucir para eventos selectos?
La reestructuración del sistema de transporte, iniciada con bombos y platillos al inicio del sexenio de Samuel García, parece no haber dado los frutos esperados. Los problemas persisten y se agravan, como lo demuestran otros estudios independientes como el de “Así Vamos 2023”, que confirman un deterioro en los tiempos de espera con respecto a años anteriores.
En resumen, la crisis del transporte público en Nuevo León no es solo una percepción, sino una realidad que afecta la calidad de vida de miles de ciudadanos. Urge una acción contundente por parte de las autoridades para revertir esta situación y ofrecer un servicio digno y eficiente a la población. Mientras tanto, los neoloneses continúan padeciendo las deficiencias de un sistema que parece estar estancado en el pasado.