La futbolista mexicana Jacqueline Ovalle se convirtió en noticia internacional tras confirmarse su fichaje histórico con el Orlando Pride, de la liga estadounidense NWSL. Con un traspaso valuado en aproximadamente 2 millones de dólares, la delantera rompió récords al convertirse en la jugadora más cara en la historia del futbol femenil.
La noticia no solo impactó al ámbito deportivo en México, donde Ovalle es reconocida por su brillante paso en Tigres Femenil, sino también al escenario internacional, pues la futbolista rechazó propuestas de clubes europeos para apostar por un proyecto que considera sólido y ambicioso. Según explicó, la decisión de llegar a la liga estadounidense fue completamente personal, motivada por lo que representa este reto en su carrera.
Con apenas 25 años, Ovalle dejó claro que el Orlando Pride fue más que una opción: fue la oportunidad de unirse a un club campeón de la NWSL que apuesta fuerte por su talento y que le permitirá crecer dentro de una de las ligas más competitivas del mundo.
Orlando Pride, su decisión personal
Aunque varias versiones señalaban que Ovalle estaba en la mira de clubes europeos de gran prestigio, como el FC Barcelona o equipos de la Superliga Femenina de Inglaterra, la jugadora reveló que eligió al Orlando Pride por convicción propia.
“Hubo más equipos, europeos obviamente, y también otros equipos de la Liga de Estados Unidos que estuvieron interesados. Les agradezco el interés, pero esta al final es decisión mía”, expresó en un podcast de su agencia de representación.
La futbolista explicó que el proyecto del club estadounidense fue determinante. No se trataba únicamente de una buena oferta económica, sino de un plan deportivo que le resultaba atractivo: un equipo campeón que apuesta a lo grande y que confía en sus capacidades. Para Ovalle, esa confianza pesó más que cualquier otra propuesta.
La fuerza de la NWSL
En sus declaraciones, Ovalle reconoció que la NWSL siempre le había llamado la atención por el nivel de competencia y la solidez que ha demostrado con los años.
“Soy muy seguidora de la liga de Estados Unidos y sé que es una liga de las más fuertes del mundo”, afirmó.
El Orlando Pride no solo representa para ella la posibilidad de seguir creciendo, sino también de compartir vestidor con algunas de las jugadoras más destacadas a nivel internacional. Entre sus nuevas compañeras se encuentran figuras como la zambiana Barbra Banda, candidata al Balón de Oro, y la histórica futbolista brasileña Marta, considerada una de las mejores de todos los tiempos.
Con esta incorporación, Ovalle se coloca en la élite de la liga y refuerza a un club que busca mantenerse como protagonista del futbol femenil global.
El fichaje récord del futbol femenil
Convertirse en la jugadora más cara del futbol femenil del mundo no es un detalle menor. Ovalle confesó que al inicio fue difícil asimilar la magnitud de su traspaso, pero rápidamente entendió que este logro debía transformarse en motivación.
“Sí, no es algo fácil de asimilar porque no solamente eres la transferencia más cara de México, sino del mundo. Creo que es algo muy bueno que pasó en mi carrera futbolística y qué bueno poder decir que algún día yo rompí un récord”, comentó.
El fichaje de 2 millones de dólares marca un antes y un después en la historia del futbol femenil, enviando un mensaje claro sobre el valor de las jugadoras y el crecimiento de esta disciplina. En este contexto, la llegada de Ovalle al Orlando Pride refuerza la idea de que los clubes de la NWSL están dispuestos a invertir fuerte en talento internacional.
Los retos que enfrentará Jacqueline Ovalle
Para Jacqueline Ovalle, portar la etiqueta de “fichaje récord” no es una carga, sino un compromiso. La delantera aseguró que dará lo mejor de sí misma en esta nueva etapa, demostrando que su fichaje no es solo una cifra, sino el inicio de un camino con grandes expectativas.
“Yo tengo que seguir demostrando por qué Orlando Pride paga tanto por mí”, aseguró. “Obviamente tengo que ir a demostrar todo, entregar mi alma, mi vida allá”.
Con estas palabras, Ovalle dejó claro que entiende la responsabilidad que implica ser parte de un movimiento histórico en el futbol femenil. Más allá del reto deportivo, su fichaje simboliza el avance hacia la valorización de las jugadoras, el crecimiento de las ligas femeniles y la apertura de nuevas oportunidades para las futuras generaciones.
La delantera mexicana enfrentará ahora el desafío de adaptarse a un futbol distinto al de la Liga MX Femenil, con un ritmo de juego más físico y con rivales de altísima competencia. Sin embargo, su talento probado y su determinación parecen ser sus mejores cartas para consolidarse en esta nueva etapa.