Los homicidios en Nuevo León crecieron un 21% durante agosto, un dato que pone en evidencia la fragilidad de la estrategia de seguridad del Gobierno estatal. Tras haber registrado en julio el número más bajo de muertes violentas desde 2018, con 56 casos, el panorama cambió drásticamente: el mes siguiente cerró con 68 homicidios, varios de ellos marcados por violencia extrema y hallazgos que conmocionaron a la población.
El repunte no solo preocupa por las cifras, sino también por el tipo de crímenes que se reportaron. Desde la ejecución de un exfuncionario hasta restos humanos destazados abandonados en la vía pública, la violencia volvió a poner contra las cuerdas a las autoridades estatales, cuya respuesta es vista por la ciudadanía como insuficiente.
Incremento De Casos Violentos
El repunte de los homicidios en Nuevo León quedó claro desde los primeros días de agosto. El día 3 fue considerado uno de los más sangrientos del mes, con seis asesinatos en distintas partes del estado. Entre ellos destacó el crimen de Raúl del Bosque, exdirector de Tránsito de El Carmen, quien había sido acusado de extorsionar a transportistas. Del Bosque murió a manos de uno de sus escoltas dentro de un hotel en Santiago, un hecho que expuso la vulnerabilidad incluso de figuras que en algún momento formaron parte de la autoridad.
Ese mismo día, Monterrey fue escenario de un hallazgo macabro: un cadáver desmembrado cuyos restos fueron esparcidos en distintos puntos de la ciudad. La brutalidad del caso recordó a la población la forma en que los grupos criminales envían mensajes de terror.
Los días siguientes continuaron la misma tendencia. El 4 de agosto se localizó en Allende el cuerpo de un joven con huellas de tortura en un tiradero. El 26, en Apodaca, se encontraron restos humanos mutilados dentro de una bolsa frente a un parque, lo que encendió las alarmas en esa comunidad. Apenas 24 horas después, en Monterrey, fueron hallados los cuerpos de un hombre y una mujer asesinados a balazos en un terreno baldío en llamas, un crimen que dejó más preguntas que respuestas.
Aunque en julio se registró el número de homicidios más bajo de cualquier mes en la entidad desde el 2018, en agosto se incrementan un 21%. #elnortelocalhttps://t.co/DuOgMqE9vg
— EL NORTE (@elnorte) September 1, 2025
Municipios Rurales También En Crisis
Los homicidios en Nuevo León no se limitaron a la zona metropolitana. En el municipio de Doctor Coss se reportó un enfrentamiento que dejó 12 abatidos, aunque la información fue manejada con hermetismo por las autoridades. En Linares, una balacera en la comunidad La Estrella terminó con cuatro muertos y generó pánico entre los vecinos, quienes denunciaron que el terror se apoderó de la localidad.
La violencia también se extendió a hechos aislados con alto impacto. El 12 de agosto, un hombre fue asesinado y posteriormente incinerado en plena vía pública en Monterrey, mientras que el 29 de agosto, en Santa Catarina, una discusión laboral escaló a tragedia cuando un hombre mató a cuchilladas a su compañero de trabajo frente a una tienda.
Estos sucesos muestran que la violencia en el estado no sigue un solo patrón. Por un lado, hay asesinatos vinculados a ajustes de cuentas y disputas criminales; por otro, se registran hechos que parecen responder a conflictos personales o laborales, pero que igualmente engrosan la estadística de homicidios.
Omisiones En Cifras Oficiales
El aumento de los homicidios en Nuevo León es aún mayor si se consideran los casos que no fueron incluidos en las cifras oficiales. De acuerdo con reportes periodísticos, los 68 homicidios contabilizados en agosto no toman en cuenta los 16 presuntos delincuentes que murieron en enfrentamientos con Fuerza Civil en Doctor Coss y Linares.
En julio, un mes menos violento en términos generales, ya se habían registrado 12 abatidos en operativos similares. Este patrón sugiere que la violencia armada entre fuerzas estatales y grupos criminales es constante, aunque muchas veces queda fuera de los conteos que el Gobierno difunde como parte de sus informes.
Esta omisión en las estadísticas ha generado dudas sobre la transparencia en el manejo de la información de seguridad. Para analistas y ciudadanos, dejar fuera los abatidos puede dar una imagen parcial de la realidad que enfrenta Nuevo León en materia de violencia.
Estrategia De Seguridad En Debate
El incremento de los homicidios en Nuevo León ha reavivado el debate sobre la eficacia de las políticas de seguridad del gobierno estatal. Mientras las autoridades sostienen que los operativos buscan contener la actividad criminal y proteger a la población, los hechos sugieren que la estrategia no ha logrado frenar la espiral de violencia.
La población percibe que la inseguridad se ha convertido en parte del día a día. Escenas de cuerpos calcinados, restos humanos en bolsas o ejecuciones en espacios públicos circulan con rapidez en redes sociales, incrementando la sensación de miedo y vulnerabilidad.
En este escenario, el reto para las autoridades no es solo reducir las cifras de homicidios, sino recuperar la confianza de los ciudadanos, que cada vez creen menos en los discursos oficiales y reclaman acciones más contundentes.
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