La tensión entre ciudadanía y autoridades se volvió evidente en Juárez, Nuevo León, tras la clausura del negocio Pollos “Reyna”, propiedad de la influencer Reyna Muñoz, quien recientemente denunció un bache que afectaba la vialidad en la calle Valle Real.
Muñoz, conocida en redes sociales por su contenido y sus más de un millón de seguidores, aseguró que el cierre de su negocio fue una represalia directa por hacer pública la problemática del bache. En sus publicaciones, explicó que tras mostrar el daño en el pavimento, que incluso había provocado daños a un vehículo, su puesto fue visitado por inspectores municipales.
Ciudadanía en defensa de la denuncia de Pollos “Reyna”
El incidente generó gran indignación entre internautas y vecinos, quienes vieron en la clausura un acto de censura disfrazado de procedimiento administrativo. Para muchos, la sanción a Muñoz no solo afecta a su familia, sino que también envía un mensaje intimidante a quienes se atreven a denunciar fallas en el municipio.
En sus videos, la comerciante mostró los pagos y permisos que, según ella, acreditan su legalidad para vender en el camellón donde se ubica su negocio. Denunció que, a pesar de existir otros negocios en el mismo sitio, solamente su puesto fue cerrado. “Obviamente es algo personal, solo vinieron conmigo y tengo pruebas de que pago cada semana el espacio”, aseguró.
Influencer y Comerciante es Amedrentada por el Gobierno de Félix Arratia Alcalde de #Juarez N.L.
— Táctica ss (@TacticaR1) July 13, 2025
En redes sociales la influencer Reyna dueña de los pollos virales, Denuncio a agentes de comercio luego de acudir a clausurar su negocio como represalia en estar publicando la falta… pic.twitter.com/uvJYDaN7Ei
Autoridades mantienen su versión contra Pollos “Reyna”
Por su parte, la administración del alcalde Félix Arratia defendió la clausura, señalando que el negocio no cumplía con los permisos requeridos por la Dirección de Comercio, Salud y Patrimonio. Argumentaron que se trató de un operativo normal y que no existió ninguna relación con la denuncia del bache.
Sin embargo, la versión oficial no convenció a gran parte de la comunidad. Usuarios en redes acusaron al municipio de priorizar medidas punitivas contra quien denuncia problemas públicos, en lugar de atender la reparación de calles y garantizar servicios básicos.
Un llamado a la participación sin miedo
El caso ha despertado un debate sobre la importancia de la participación ciudadana y la libertad de expresión. Muchos ven en el acto una advertencia: denunciar podría tener consecuencias. Esta percepción genera desconfianza y podría inhibir futuras quejas ciudadanas, afectando la mejora de la infraestructura y la vigilancia social.
Mientras tanto, Reyna Muñoz y su hermano acudieron a dependencias municipales para buscar regularizar su situación y evitar que el conflicto afecte más a sus empleados y clientes. La influencer afirmó que no dará marcha atrás en su derecho a señalar las deficiencias del gobierno local y que continuará exigiendo soluciones.
El futuro del negocio aún es incierto, pero el caso ha puesto sobre la mesa la discusión de fondo: ¿es el gobierno capaz de tolerar y atender las críticas de los ciudadanos, o las sanciona para mantener el silencio?
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