El Gobierno de Nuevo León anunció un drástico ajuste en el proyecto de la Línea 4 del Metro, reduciendo su extensión en un 50 %. Inicialmente, esta ruta tenía previsto conectar el Centro de Monterrey con Santa Catarina, con un recorrido de 15.2 kilómetros. Sin embargo, la nueva modificación establece que el trayecto solo abarcará 7.7 kilómetros y concluirá en San Jerónimo.
Esta decisión ha generado descontento, ya que Santa Catarina quedará fuera del plan de expansión, afectando directamente a los habitantes de este municipio que esperaban una mejor conexión con el sistema de transporte metropolitano. El gobernador Samuel García justificó la reducción argumentando que en San Jerónimo pasará el tren de pasajeros federal impulsado por la presidenta Claudia Sheinbaum. No obstante, este proyecto ferroviario aún se encuentra en su fase de estudios y no existe un acuerdo concreto para su conexión con el Metro.
Mientras tanto, la situación del transporte en Nuevo León sigue siendo un problema sin resolver. Con obras paralizadas, costos en aumento y constantes modificaciones en los planes de movilidad, los ciudadanos enfrentan un sistema cada vez más limitado y deficiente.
Argumentos oficiales y falta de acuerdos
El Gobierno del Estado ha sostenido que la reducción del tramo de la Línea 4 responde a la estrategia de conectar con el futuro tren de pasajeros federal. De acuerdo con las declaraciones del gobernador, el trazo del tren pasará por San Jerónimo, permitiendo que los habitantes de García y Santa Catarina utilicen este nuevo medio de transporte.
Sin embargo, expertos en movilidad han señalado que se trata de dos sistemas completamente diferentes y que no existe hasta el momento un acuerdo definitivo entre el Estado y la Federación para garantizar esta interconexión.
El tren de pasajeros, que recorrería desde la Ciudad de México hasta Nuevo Laredo, aún está en fase de estudios y no tiene fechas claras de ejecución. La incertidumbre sobre este proyecto pone en duda la justificación del gobierno estatal para reducir el trazo de la Línea 4 y cancelar su llegada a Santa Catarina.
Además, el director de Metrorrey, Abraham Vargas, confirmó que aunque se han planteado planes de integración con el tren de pasajeros, no hay un acuerdo definitivo ni estudios técnicos que respalden la viabilidad de la conexión entre ambos sistemas.
Obras inconclusas y crisis en la movilidad
Este recorte en la Línea 4 se suma a una serie de problemas que han afectado la expansión del Metro en Nuevo León. Desde el inicio de la administración de Samuel García, se han anunciado diversas modificaciones en las obras del sistema de transporte, lo que ha generado incertidumbre entre los ciudadanos.
Inicialmente, el gobierno estatal había prometido la construcción de tres nuevas líneas: la 4, 5 y 6, con un total de 49.1 kilómetros de extensión. Sin embargo, con la cancelación de la Línea 5 el año pasado y la reducción de la Línea 4, el proyecto ha quedado reducido a 30.8 kilómetros.
El año pasado, el Gobierno de Nuevo León canceló la Línea 5, que iba a conectar el Centro de Monterrey con La Estanzuela, un recorrido de 10.6 kilómetros. Esta ruta estaba adjudicada a un consorcio de empresas bajo un contrato de 30 mil millones de pesos, el cual contemplaba la construcción de 35.7 kilómetros de líneas del Metro.
Posteriormente, en diciembre de 2023, se otorgó otro contrato a diferentes empresas para ampliar las Líneas 4 y 6, con una inversión de más de 7 mil millones de pesos. Estos ajustes han evidenciado la falta de una planeación clara en la expansión del sistema de transporte y han generado preocupación por el destino de los recursos asignados a estas obras.
A esto se suma la crisis financiera del estado, que lleva tres años sin un Presupuesto aprobado, lo que ha limitado su capacidad de endeudamiento y ha puesto en riesgo la ejecución de proyectos de infraestructura clave para la movilidad.