Mariana Rodríguez, titular honorífica de la oficina Amar a Nuevo León, antes conocida como DIF Estatal, generó polémica al pedir públicamente en redes sociales apoyo en forma de “padrinos” y “madrinas” para obsequiar regalos navideños a los niños del centro Capullos. Según Rodríguez, el organismo carece de los recursos necesarios para financiar estas actividades, lo que llevó a un aluvión de críticas y cuestionamientos sobre el manejo financiero del DIF, particularmente en un estado como Nuevo León, donde los ingresos del Control Vehicular, según reportes oficiales, se destinan íntegramente al organismo.
Las declaraciones y acciones de Rodríguez reavivaron debates sobre la gestión de fondos públicos y la percepción de desvíos o insuficiencias en áreas sensibles como la atención infantil. En un entorno de constante escrutinio hacia el gobierno encabezado por su esposo, el gobernador Samuel García, estas polémicas incrementan la presión para justificar los manejos administrativos y financieros del estado.
Controversias sobre los fondos del DIF
El anuncio de Rodríguez fue recibido con escepticismo en redes sociales, donde usuarios cuestionaron la falta de recursos alegada por la presidenta honorífica. Numerosos comentarios apuntaron a que los ingresos recaudados por el programa de Control Vehicular, que tradicionalmente se asignan al DIF Estatal, deberían ser suficientes para cubrir los gastos operativos, incluidos los eventos navideños. Esto suscitó preguntas directas: ¿adónde se dirige realmente el dinero de estas recaudaciones?
Los datos oficiales indican que Nuevo León genera ingresos significativos a través de este tipo de impuestos y programas, lo que contrasta con las afirmaciones de insuficiencia presupuestaria. Además, las críticas señalan que la organización de una “mesa de regalos” para cubrir déficits percibidos podría reflejar una mala administración de los recursos, especialmente en una institución encargada de atender a las poblaciones más vulnerables.
Aunque Rodríguez no ha proporcionado detalles claros sobre las finanzas del DIF, sus publicaciones han sido interpretadas como un reconocimiento implícito de posibles problemas de gestión en el organismo. Esto ha llevado a figuras de la oposición y analistas locales a exigir mayor transparencia en el uso de los recursos públicos asignados a esta dependencia.
El regreso de Mariana Rodríguez al DIF
Otra arista de la controversia se centra en el retorno de Rodríguez a su cargo como titular honorífica de Amar a Nuevo León tras su breve incursión como precandidata a la alcaldía de Monterrey. Este movimiento, formalizado a través de un nombramiento simbólico realizado por el gobernador Samuel García, ha sido percibido por algunos sectores como una estrategia para recuperar popularidad y visibilidad pública tras un periodo de relativa discreción política.
El anuncio de su regreso coincide con el inicio de la temporada navideña, un periodo tradicionalmente asociado con iniciativas caritativas y de apoyo social. Sin embargo, las circunstancias del regreso de Rodríguez al DIF, junto con la petición de apoyo externo, han generado cuestionamientos sobre su efectividad como figura de liderazgo en una institución tan importante.
En redes sociales, la percepción de los usuarios varía: algunos consideran que las iniciativas de Rodríguez buscan ayudar genuinamente a los niños y niñas en situación de vulnerabilidad, mientras que otros creen que estas acciones reflejan una falta de planificación y previsión presupuestaria.